Después de 6 horas de largo y cansado sexo, él se despidió de ella.
Ella solo dijo que le había encantado y moría por repetir.
Jadeantes expresiones, arañazos y mordidas en la espalda y uno que otro moretón quedaron como prueba de tan deliciosa noche.
¿Sería gula o lujuria querer a una más en la cama que juegue con nosotros?