Después de una larga ausencia la vi por una hora en el centro comercial que visitamos cuando nos conocimos, ella me besó inesperadamente. Tomamos un taxi y camino a su autobús ella solo me abrazó del cuello y dijo que le gustaba abrazarme y estar así, en silencio. Bajamos del taxi, subió al autobús, solo se despidió y después se fue.
Y yo me quedé solo en el centro de la fría ciudad esa noche.
Sentí una incertidumbre si la volvería a ver...