Noches de pasión y lujuria...en tu piel.

Noche de viernes de nuevo...

 

Tus manos rodean mi cuello mientras las mías bajan de tu cintura a tu zona pélvica por dentro de tu sensual ropa interior.

 

Noche de viernes, la noche que más amo y más si la paso entre tus piernas.

¡Que delicia!

 

Tus besos son perfume que una vez olido, hacen que mi boca recorra tu cuerpo de pies a cabeza.

 

Besos que me excitan al grado de hacerte el amor con la mirada, miradas con las que te desnudo a la luz de poesía.

 

Te tomo suavemente entre mis brazos, luego te tiro en la cama, te desnudo con la boca mientras mi piel se eriza al sentirte mía.

 

La noche baja la persiana, seré la luna en ti. Tiritan las estrellas mientras tú y yo ardemos en el fuego de la lujuria y el deseo.

 

Muérdeme, sube arriba de mí que yo te penetraré la piel con caricias.

 

De mi cuerpo haces delito, tu sexo es mi cárcel, cárcel que no deseo abandonar.

 

Tu cabello, suave enredadera que me enloquece cuando se agita en tu espalda mientras tú estas  cabalgando arriba, de espaldas sobre mí.

 

Tu piel, embriagante alimento para mi pasión y lujuria. Tu piel, afrodisiaco lugar para depositar mis besos y mis caricias.

 

Ven, bésame lentamente para saberte mía, para saberme tuyo amor…

Recuéstame en tus senos, hazme suspirar. Escucha mi jadeo que en tu cuello se aloja.

 

Cada beso y cada caricia tuya dejan en mi tatuajes que nunca podré borrar. Un beso es donde tú terminas y una caricia tuya, mi abrigo.

Tu boca donde allí germina

mi delirio y mi muerte… si es contigo.

 

Quizás el paraíso es ese que veo en cada orgasmo que me provocas, orgasmos que solo terminan para comenzar de nuevo en tu piel y en la mía.

 

Y casi amanece este sábado y yo sigo haciéndote el amor, sigo siendo como cada día, un esclavo de tu piel.

 

Lentamente vacío un poco de whisky sobre tu cuello, alcohol que resbala hasta tus senos y bebo de ellos…

 

Me miras, me besas y esperas.

Te miro, te callo a besos y te acaricio al final

 

Y como siempre,

mañana volveré para contarte que durante el día te sueño, que tengo ganas de ti y que te amo…


PD: Whisky,igual de embriagante que tú,mi amor.


El amor es como Don Quijote:

sólo recobra la cordura

para morir.

Quiereme en mi locura pues mi camisa de fuerza eres tú.