"¿Te he dicho que quiero besarte, mi dulce?
He tenido desde hace días la fantasía de sentarme sobre ti y absorberme en tu cuerpo...
¿Sabes que ahora que pienso en tí siento calor en el pecho?
No uno desagradable, que te sofoca, sino un fuego que enloquece las hormonas, un fuego que va bajando hacia el vientre, envolviéndolo y llegando en suaves oleajes hasta los genitales.
Te adoro, amor de mi alma, te deseo, te extraño. besa mi cuerpo, ¿sí?
Desciende de a poco, toma mi sexo entre tus labios... por favor, por favor, bésalo, llénate de átomos de estrellas la boca.
Te adoro, te amo, te deseo.
Hazme tu juguete, déjame montarme en ti, y así sentada sobre tí, saltaré a tu miembro llenando asi mis entrañas... toma mis nalgas, empujame, entrame, más, más, hasta que seas un manatial de vida.
Te adoro, te deseo, te amo.
Penétrame el alma, como el cuerpo, sé mío, forma parte de mi.
Volvamos al origen, mi amor, ponte dentro mío, bien cerca de mi corazón. Recibe besitos humeditos y deseosos, caricias extendidas.
Lléname de caricias, bésame con malicia, bésame los ojos, despójame de todo, grítame un te quiero, acaríciame los senos, tócame, ámame, siénteme sin miedo, muérdeme los labios, bésame las manos, musítame un te amo…
Quiero poseerte, morderte, deleitarme en hacerte mío y volver a cabalgarte, quiero arañarte; quiero ser impúdica y seducirte, enloquecerte con cinismo, hacerte vibrar con desesperación.
Mi vida, quiero explotar mis deseos contenidos, quiero ser contigo indecente e incoherente y que te dejes cabalgar con mis deseos más ardientes."
-Srita. L
Y mientras ella me confiesa sus fantasias más profundas, el whisky me invita a seguir tomando del vaso y extaciar mis labios...